By Elisa Figueroa in Alfonso Rojo — 1 de mar. de 2024

Pecado. El bien y el mal en el mismo ser.

¿De veras el mundo llega a corromper hasta la saciedad un corazón puro? Esta novela histórica de Alfonso Rojo, no tan ficcional como querríamos, te hará visualizar la vida con otro prisma.

Tomás Contreras hijo comenzó sus andanzas por el mundo como cualquier otro muchacho que habitaba en un pequeño pueblo de una provincia, hijo de un militar y un ama de casa. Durante su niñez su corazón era sano y noble, sin ningún ápice de maldad, hasta que diferentes desventuras, como haber pasado por la cárcel del Teleno por una injusticia lo van convirtiendo en un hombre despiadado y hostil que se enfrasca en sí mismo y jamás volverá a ser altruista.

Tomás Contreras es el protagonista de esta espinosa narración que alberga los entresijos de la corrupción humana. Un chico que se fue consumiendo por los poderes materiales que otorga el capital económico. Se convierte en un despiadado político que solo atenderá a sus deseos. El egoísmo lo contaminará hasta un punto pecaminoso. Águeda Sánchez, hija de un hombre que prosperó con la emigración y al que todos conocen como el Cubano, se verá envuelta en una maraña sentimental tejida con meticulosidad por Tomás. Siempre había sido dueña de su existencia hasta que se casa con este y deja a un lado sus sueños e ilusiones. El bien también está presente en personajes como Acacio Romero, siempre fiel a sus principios y a la más ecuánime honestidad, es el líder de la oposición que batalla contra Contreras. Asimismo, Lucio Santamaría, secretario de finanzas del presidente de la Diputación, encarnado por el exnovio Tomás, está decidido a que la honradez tenga cabida en las cuentas del partido, lo que lo llevará a una encrucijada que no le dará más que disgustos.

Por más que estemos cargados de buenas intenciones, las desilusiones nos pueden ir oscureciendo el alma, y si esto se aúna con la prosperidad y notoriedad del poder, haría falta un milagro para que nuestro pensamiento no se vuelva contra nosotros y nos destrone de quien solíamos ser. Las decisiones que vamos tomando nos llevan por un u otro sendero del que después no podremos escapar. Porque… de lo que todos somos plenamente conscientes es que hacia el pasado no hay billete de regreso.

Como punto final añadir que, en ocasiones, la vida nos lleva por derroteros que nos cambian para siempre. No hay retorno pasado el umbral del mal.

Palabras clave: Tomás Contreras, La Torre, Águeda Sánchez, el Cubano, la banda del puñal, Mochuelo, Julio Suances, Lucio Santamaria.‌‌